jueves, 1 de abril de 2010

Taller de arteterapia en el Hogar Benvenuto I




9.30hs Mañana soleada y los pomelos casi maduros en el árbol cerca de la Matera. Allí nos fuimos reuniendo para comenzar el taller.
Rafa no pudo dejar de venir con su acordeón y quedó en principio, algo desilusionado al ver que el encuentro no se trataba de música sino más bien de palabras.
Tejer, texto, texere...el cuento de La joven tejedora nos sumerge en la posibilidad de tejer nuestros propios sueños. ¿Cuáles son nuestros sueños? ¿Dónde van los sueños que dejan de soñarse? ¿ Qué nos sucede cuando en vez de seguir los propios deseos nos postergamos por deseos ajenos?
En los grupos de trabajo, con lanas de colores pegadas sobre el papel, van apareciendo los sueños de cada uno.
Alberto dice que él no sabe dibujar, y que no sabe de estas cosas. Tiene mil y un cuentos en la cabeza y los va dejando caer con picardía, como regalo para sus compañeros.
-Sabe señorita, de joven yo fui vampiro, desliza y hace una pausa para agregar misterio...es un cuentero y con esa frase ya nos atrapó a todos.
Finalmente accede a ponerse a trenzar sus hilos: un par de anteojos, una tijera, y el rostro de una "novia" aparecen en la hoja.
A su lado Susana es la reina del jardín; flores, árboles con frutos, libélulas y cuando se termina la hoja quiere una nueva para seguir tejiendo.
Elsa habla muy despacito. Hace un bollito de lana que se transforma en un nido y cuando le pregunto qué le gustaría ver allí me dice sonriendo: "pájaros" y juntas vamos buscando a esos pichones que abren sus picos en busca de alimento.

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